La tradición musulmana afirma que Mahoma era analfabeto y que eso es una prueba de que el Corán es la verdad revelada y no una ocurrencia humana.
El auténtico Corán está en el cielo y es llamado “Madre del Libro”. En una noche bendita Allah lo hizo bajar sobre Mahoma y luego se lo fue revelando sucesivamente en fragmentos articulados (llamados suras) de tal modo que una sura posterior puede derogar otra anterior que la contradiga. Así, cuando las suras se contradigan, prevalecerá la que haya sido recibida con posterioridad. Como tampoco la cronología está clara, valen discusiones e interpretaciones de “conveniencia”.
Como Palabra de Dios es infalible e inalterable. Confirma los mensajes proféticos del Antiguo y Nuevo Testamento (Torah y Al-Injil).
En vida de Mahoma la conservación de la palabra de Dios fue confiada a la retentiva de los memoriones, quienes la recitaban constantemente para no olvidarla. Pero hubo fragmentos que algunos de sus seguidores escribieron en el mismo momento en que Mahoma las recibía.
Según una tradición, la primera recopilación completa del Corán se habría hecho por Zayd ibn Thabit, uno de los secretarios de Mahoma, durante el mandato del primer califa, Abu Bakr as-Siddiq. Esta recopilación fue conservada por Hafsa bint Umar, hija del segundo califa Umar y una de las viudas de Mahoma.
Entre los años 650 y 656 terminó el proceso de recopilación y se dice que Utman envió copias del texto final a todos los rincones del imperio islámico ordenando la destrucción de todas las copias que difirieran de la nueva versión.Hoy día algunos manuscritos, como el de Samarkanda, son reivindicados como esas copias originales enviadas por Utman; no obstante se duda que sobreviva algún manuscrito utmánico original.Tampoco parece que todas las copias diferentes fueran destruidas: hay tradiciones islámicas que aseguran que Abdallah Ibn Masud, Ubay Ibn Ka'b y Alí, el sobrino de Mahoma, habían preservado algunas versiones que diferían en algunos aspectos del texto utmánico, aunque las variaciones son de tipo léxico u ortográfico o en la cuenta de los versos.
La versión de Utman se compuso al estilo árabe que dejaba por fuera casi todas las marcas vocálicas. Eso hace que la escritura se pueda interpretar y leer de varias formas.
Este escrito utmánico básico se ha llamado rasma y es la base de varias tradiciones orales de recitación. Para fijar estas recitaciones y prevenir cualquier error, los escribanos y eruditos comenzaron a anotar las rasmas utmánicas con varias marcas diacríticas —puntos y demás— para indicar la forma en que las palabras debían ser pronunciadas. Este proceso comenzó alrededor del año 700, poco tiempo después de la compilación de Utman, y terminó aproximadamente en el año 900.
El texto del Corán más usado en la actualidad está basado en la tradición de recitación de los Hafs, tal y como fue aprobado por la Universidad Al-Azhar de El Cairo, en 1922.
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