EL ISLAM VIII.LAS HEREJIAS CRISTIANAS

En la Meca había también grupos heréticos cristanos huidos tras las condenas de los grandes concilios cristianos de Nicea y de Constantinopla.

Estos grupos aglutinaban en su seno tendencias nestorianas, docentistas, arrianas y ebionitas, con una gran tendencia judaizante.

Eran comunmente llamados Nazirenos.
Mahoma los conoció a través de un pariente, sacerdote o monje, llamado Waraqa ben Naufa.

Como pequeño glosario podemos apuntar que los Ebionitas eran una secta judía formada por aquellos judíos que creyeron en Jesucristo y lo consideraron un gran profeta, pero no admitieron ni su divinidad ni su condición de Hijo de Di_s, fue un hombre como los demás hombres, que recibió la Revelación tras ser bautizado por Juan Bautista. Sostienen también que su condición de Mesías fue temporal: Descendió Jesús el día de su bautismo pero que lo abandonó el día de su martirio. Según ellos la misión de Jesucristo consistió en enseñar y predicar pero no pudo tratarse de una misión salvífica de la humanidad. Los ebionitas aceptan sólo “el Evangelio según los hebreos”, probablemente una versión del Evangelio de San Mateo pero defectuoso y falsificado. La etica ebionita establece preceptos para hacer diversas abluciones con agua y en la abstención de las carnes sacrificadas a los ídolos. Insisten en las obras de justicia, (cuidar de los huérfanos, los pobres y los extraños, preocuparse de los necesitados… La palabra ebionita significa “pobre”. Los mencionan San Jerónimo en su libro “Contra las Herejías”, Orígenes en su libro “Contra Celso” y Epifanio en el “Panarion” (Tratado completo de las Herejías). A esta secta pertenecieron la mayor parte de los sacerdotes de Qumrán después de la destrucción de Jerusalén; muchos de ellos emigraron y se establecieron en el Hijaz donde recibieron la adhesión de algunas tribus árabes.
Otra de las sectas era el Cirentismo, llamado asi por el fundador de la secta, Cerinto. Cerinto afirmaba que el reino celestial del Mesías es igual que el terrenal, y que el cometido de Jesucristo consistió en librar a su pueblo del yugo de los romanos y extranjeros. Profesó que el paraíso celestial es un cúmulo de goces carnales y materiales. Eusebio menciona a Cerinto cuando dice: “Porque amaba su cuerpo y era muy lujurioso, soñaba que el Reino consistía en los goces que ansiaba, es decir, comida, bebida y placeres corporales”.
El Alexeismo, seguidor de las doctrinas gnósticas de Alexei. Los alexeistas se llamaron a sí mismos “los poseedores de la ciencia”. De Jesús piensan que es sólo un hombre, que el Mesías abandonó a Jesús un poco antes de su martirio. Sobre el Espíritu Santo son ambigüos: una veces lo confunden con la Madre de Jesús (lo hacen femenino) y otras con el ángel Gabriel (por ello masculino). Alexei afirma que precisamente Gabriel en persona le entregó un libro que hizo bajar del cielo donde había permanecido guardado en una pizarra sagrada, y le enseñó el arcano y los misterios de la ciencia.
Es esta versión del cristianismo la que Mahoma hace aflorar en el Corán al abordar la figura de Jesucristo, considerado un profeta grande que no fue crucificado por que en ese momento fue sustituido (es decir que no fue Jesús el crucificado sino otro en su lugar). También se ve la influencia en aspectos como la necesidad de practicar la Ley y el Evangelio, el cuidado de los necesitados o la descripción del paraíso.