Paramos en la charcutería.
Mientras esperábamos el turno yo le iba preguntando a mi madre qué comidita era esta o aquella y ella me respodía.
De pronto vi una forma amarilla, decapitada, como agazapada, indescriptiblemente monstruosa.
Muy inquieta le pregunté qué era aquello.
- Es un pollo Mar
Yo la miré atónita. Los pollos eran esos bichos con plumas que hacían "kikiriquí" y no esas masas amarillentas y mutiladas.
- ¿Un pollo? ¿Y por que? -Le pregunté.
A nuestro lado una pareja se río. Pero mamá me miró muy muy seria y me dijo:
- No lo sé, cariño... creo que ni un sabio podria responderte a por qué un pollo es un pollo
No hay comentarios:
Publicar un comentario