14 febrero 2008

¿A qué compararé tus ojos?...
A dos cajitas pequeñas,
abiertas,
cerradas,
que custodian un tesoro:
tus miradas.

¿A qué compararé tus labios?
A ríos por los que fluyen
palabras y sonrisas
gemidos, como cantos rodados,
gritos transparentes y gélidos,
suspiros como flores acuáticas
y, a veces, mi nombre


¿A qué compararé tus manos?
A panteras, ágiles y fieras,
que rondan los valles de mi cuerpo
dispuestas a la caza
de las cándidas gacelas
Con ellas saciarán
a sus hambrientos cachorros

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