26 febrero 2008

DE NUEVO SDEROT


El lunes volvieron a sonar las alarmas.

El lunes hubo otros quince segundos de terror y de angustia.

El lunes vio como un niño, otro niño era víctima de los Qassam.

Tiene diez años y ahora yace en una cama del Hospital Barzilai en Ashkelon. Como consecuencia de las heridas de metralla que ha recibido probablemente le será amputada parte de su mano. ¿Jugaba a las canicas? ¿Al futbol? ¿O se había bajado al patio las tareas sin terminar? Y la alarma sonó. Mientras el niño corría a cubrirse, el cohete impactó cerca de donde él estaba y su hombro fue alcanzado por la metralla del cohete.
Y el hospital sustituyó a la escuela

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