14 febrero 2008

EL SOFA

Antes de comprar el sofá de piel recorrimos un sinfin de mueblerias.

Fue agotador.

Papá no nos dejaba hablar en aquellos viajes a la nada y silenciosos, sentados como equipajes molestos con los que había que cargar, escuchábamos sus interminables letanías sobre la calidad de la madera, la textura del cuero y el precio final del producto.

Hasta mamá estaba aburrida.

Finalmente ,una tarde lluviosa de invierno, cerraron el trato con un vendedor de muebles y días después el viejo sofá de cuadraditos escoceses paso a mejor vida, para ser reemplazado por el lujoso tresillo de cuero negro.

Y ahí empezó la esclavitud:

"No te subas con los zapatos, lávate las manos antes de sentarte, no comas ahí, ni se te ocurra usar rotuladores cerca... "

La desnudez del sofá duró dos días. Al tercero fue cubierto con una manta vieja, él decía que como funda, a mi me pareció siempre mortaja.

Por que el sofá falleció.

Antes de vivir.

Por que parecía que solo sentarse en él era una ofensa, peor, un sacrilegio. Y por supuesto, cualquier juego, bien lejos.

Y solo mi padre, y usando siempre la manta como condón, se recostó en él.

Ayer tarde he vuelto a casa, a llevar un encargo.

El viejo sofá,aun nuevo ,seguia custodiando su pared, tapado con otra manta, siempre usada, para preservar su belleza.

Papá seguía con su predicación:

"No te subas con los zapatos, lávate las manos antes de sentarte, no comas ahí, ni se te ocurra usar rotuladores cerca..."

Jamás me había sentido, hasta ahora, tan cercana a mis hermanos pequeños.

Jamás había agradecido tanto la existencia de IKEA

1 comentario:

PinUp dijo...

Es curioso como intentando proteger las cosas, lo único que hacemos es privarlas de sus funciones en la vida. Escondemos la belleza para que no sea dañada y creemos que hacemos un favor.
Lo peor de todo es que se dan más casos en personas que en objetos.

Me encanta tu blog!!!! Felicidades!!

Un abrazo ;)