20 abril 2008

Leshana haba bi Yerushalaim habenuia.





- Mazel Tov, muchacho... es linda!

Y sonreiste.

- Se llama Mar -Dijiste.

Y los ojos de los suegros de tu hermano me escrutaron.
Él incómodo, tu también.
Y yo allí, sitiada frente a una realidad que no puedo cambiar, estrellada contra un superficie inmutable.

- Jag Sameaj Pesaj -Deseé tímida

Y ellos sonrieron con una complacencia entre real y finjida.
Son buena gente, pero no entienden.
Tampoco yo.
Todos sabemos que la noche discurrirá por los cauces trazados por la etiqueta y el respeto. Todos dudamos de que un día pueda yo ganarme su afecto, puedan ellos ganarse mi confianza.
Sería perfecto vivir en una isla, sin nadie más, sin dar explicaciones por todas las cosas. Sería perfecta una torre de marfil, con sus zanjas y sus portones y sus dragones custodios...
Pero a cambio tenemos que habitar bosques oscuros de dudas y temores, con ramas afiladas de preguntas incómodas para las que no hay respuestas satisfactorias.
La libertad nació una noche, y de noche no se ve. Apenas discernimos bultos entre las sombras, apenas intuimos caminos bajo los pies.
Y no sabe nadie por qué esa noche es diferente de todas las otras noches, aunque tratemos de explicarlo cada año.
- Mazel tov de nuevo, muchacho, y a ver si el año que viene volveis con el pequeñajo.


1 comentario:

Anónimo dijo...
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