19 mayo 2008
SIN TÍTULO
"La defunción se constataba a la sazón mediante un método singular: dos individuos, que no eran médicos, armados con vergajos, debían moler a palos al caído durante varios minutos. Si el sujeto en cuestión no reaccionaba con algun movimiento se le daba por muerto y su cuerpo era inmediatamente transportado al crematorio; si, en cambio, se movía quería decir que no había muerto y, por consiguiente, se le obligaba a retomar la labor interrumpida." Primo Levi
Informe sobre Auschwitz
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SUSURROS DE OTRAS VOCES
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